martes, 30 de octubre de 2007

"Pierdo un cargo, pero recupero una vida"

Esta fue una de las frases que quedarán guardadas en la memoria colectiva del Valencia CF ante la marcha/destitución de Quique Sánchez-Flores.

Ante todo, decir que he querido esperarme a que sucedierán los acontecimientos y también por el hecho de que si esperaba un poco podría poner muchas más cosas.

Desilusión?? No que va, después de lo visto en Sevilla era algo de esperar. La más alta cúpula del Valencia CF tenía muy claro de que si Quique no daba una buena imagen en el Sánchez-Pizjúan se iría a la calle. Y así fue. No se hicieron de esperar con un asunto etiquetado como emergencia y tras la rueda de prensa de esa misma noche, Jesús Wollstein apareció en la sala de prensa para comunicar a los medios de comunicación que a la llegada a la capital valenciana se celebraría una reunión de la directiva valencianista para hablar sobre el papel del Valencia y de su entrenador.

El Valencia llega a Manises a eso de las 2:00 am, y a partir de ahí llegaron dos horas interminables en las que el consejo se reunió en la nueva sede valencianista. Mientras estos decidían, una decena de periodistas esperaba una noticia mientras aparecían más compañeros.
Dos horas más tarde, Wollstein era el encargado de dar la noticia y dió a conocer, de manera oficial, la destitución del hasta entonces entrenador valencianista, Quique Sánchez-Flores.

Con todo esto, la afición valencianista "veía" su sueño cumplido, echar al entrenador que "tan poco le ha dado al Valencia". Una situación caldeada desde hace más de dos meses. Probablemente desde que terminó la pasada temporada. Es comprensible dado que la actuación del Valencia no ha sido la mejor. Buenos resultados, los han habido pero no jugando bien. Por ello la familia valencianista estaba disconforme.

Lunes 29 de octubre de 2007, llegó la hora de la verdad
A partir de las 10:00 am llegaron a la Ciudad Deportiva de Paterna todas las personas implicadas en el caso, Soler, Quique, el consejo y los jugadores que iban a preparar el partido contra el Madrid. Nada más llegar, Quique y Soler se reunieron con la plantilla valencianista para despedirse y para que el dueño y señor del club blanquinegro diera una explicación convincente.

A las 11:55 am ambos implicados acudieron a una sala de prensa infestada de periodistas y fotogafos, quienes esperaban las explicaciones oportunas para esta inesperada noticia. Antes de dar detalles de lo que dijeron, el jefe de prensa del Valencia CF, Juanma Domenech comento abiertamente que tras las declaraciones de ambos no se realizarían preguntas a las partes implicadas. Y ahí comenzó el festín.

Quique, con temple serio, agradeció a toda la familia valencianista, desde el consejo hasta a la afición. Pero también reconoció que había pasado dos años llenos de dolor y alivio. Momentos difíciles en su carrera como profesional, dos años en lo que había estado separado de su familia.
Por ello exigía a la cúpula del Valencia las mismas exigencias al nuevo técnico como a él mismo. Que la afición fuera tan duro con su nuevo sucesor, pero ante todo espera que el Valencia vuelva a lo más alto. Espera, como buen valencianista, que cambie la situación del Valencia. Y el ex entrenador dejo una frase para el recuerdo de la afición: "Pierdo un cargo, per recupero una vida". Duras palabras de un hombre que lo ha dado todo por y para el Valencia.

¿Explicaciones? Más bien un comunicado que da risa
Poco más dijo el ex entrenador del Valencia, y entonces llegó el turno de Soler. El presidente del Valencia se limitó a leer unos folios de parte de toda la directiva del Valencia, en la que daba las gracias a Quique por sus años de sacrificado trabajo. Hubiera sido mucho más profesional haber hablado desde el corazón de un gran valencianista como Soler, ¿o no? Para gustos los colores, pero fue una charla en la que agradecía el esfuerzo de Quique, pedía apoyo a la afición y daba a entender que se iba a iniciar la caza de búsqueda del nuevo entrenador, un hombre que trabaje al máximo nivel.

El señor Soler también dijo que para los próximos días, y hasta que consigan nuevo entrenador, se hará cargo del equipo Óscar Fernández, el responsable del Valencia Mestalla y quien llevó la pasada campaña al Juvenil del Valencia a consolidarse como uno de los equipos más importantes de España haciéndose con el título de campeón nacional y subcampeón en la Copa de España, final que perdió contra el Albacete.

Reflexión para la afición
El miércoles el Valencia encarrila uno de los partidos más importantes de la temporada en Mestalla contra el Real Madrid, ese que es líder, pues ese. Un equipo que pese a no jugar bien, está en lo más alto. Y será Óscar Fernández quien intente mejorar la imagen del Valencia. Esperemos que lo haga igual de bien que Manolo Jiménez con el Sevilla o por lo menos que no perdamos ante el Madrid. Será un partido complicado en el que puede que Villa no esté a disposición del nuevo técnico.

Ahora bien, el Valencia, como ya he dicho, ha abierto la búsqueda del nuevo entrenador y ya suenan con fuerza cinco nombres: Marcelo Lippi, José Mourinho, Fabio Capello, Luiz Felipe Scolari y Marco Van Basten. Cinco hombre, cinco nuevas tácticas de juego y cinco responsables al máximo nivel. El Valencia ha dicho que dentro de tres semanas darán a conocer el nombre del elegido, de aquel que saque al Valencia de esta "pequeña crisis". Ojalá lo haga. Y es que el Valencia necesita a un hombre que dé garantías, con fuerza, rabia y decisión y a quién no le tiemble el pulso a la hora de hacer los respectivos cambios o de sentar a quien no dé el 100%.

Continuaremos con el tema del año en próximas entradas.

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