El Valencia terminó la noche dejando que un humilde Copenhagen marcará el empate en el coliseo talismán, tras una falta (no señalada) a Asier del Horno. Pero de errores también se vive, y se pagan caro. Pese a ver como en el último minuto te marcan, no puedes achacar una jugada aislada a todo un partido. Me explico: una jugada cambia el ritmo del partido, pero ese ritmo debe cambiarse desde el minuto 0.
Menos quejas y más trabajo, más esfuerzo por conseguir menos goles, que son pocos evidentemente pero frustan una noche para los escasos 20.000 aficionados que se dieron cita anoche en Mestalla. Está claro que no es lo mismo jugar con los menos habituales que con el once tipo de la Liga, pero todos saben jugar y por ello deben rendir al 100%.
Se le está dando mucha bola al tema Helguera, cuando no solo él tiene que esforzarse por rendir al máximo. Tuvo un día malo (anoche no porque estaba en el palco) y por ello no debe recriminar la acritud de su entrenador para cambiarlo o no. Menos aires de cabreo y más humildad, que todos deben jugar en cualquier competición.
Por lo tanto, más ganas por conseguir la meta. Hay que sobrellevar estos partidos perdidos y conquistar una meta que, hoy por hoy, no va tan mal encaminada.
QUERER ES PODER. HAY QUE DARLO TODO!!!!!
FDO: MJ
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