jueves, 22 de abril de 2010

In memoriam



Ayer nos dejo el padre del olimpismo en España. Una de las personas artifices para que Barcelona, y España a su vez, acogiera por primera vez unos Juegos Olímpicos, un hombre carismático que siempre ha estado al lado del deporte con el ansia de fomentar los buenos valores que se encuentran en las prácticas deportivas.

Nos deja Juan Antonio Samaranch. Presidente honorífico del COI (Comite Olímpico Internacional), un hombre que siempre ha querido demostrar al mundo la valía y el espíritu del deporte como actividad educativa. Unos deportes que durante estos días están de luto, porque se les ha ido la persona más influyente de los últimos 20 años.


Cerca de 4.000 personas han querido desearle buen viaje, de entre ellos miles de deportistas de la talla de Gemma Mengual, Rafa Nadal, David Barrufet, Manel Estiarte... así como la familia real en todo su esplendor. Asimismo, se han mostrado las condolencias a través de todos los estamentos públicos y privados así como clubes, federaciones y equipos deportivos.

El Principe Felipe ha sido uno de los pocos que ha podido despedirse publicamente de él. Ha destacado la "permanente entrega a Barcelona, Cataluña y España" de Samaranch, de quien ha dicho que le inculcó en su corazón el "espíritu olímpico". El Príncipe ha afirmado que su ausencia es sentida por millones de personas de todo el mundo, especialmente por los deportistas y amantes del deportes, quienes -ha precisado- "han sentido latir en sus corazones al son de las emociones olímpicas desde que se pusiera al frente del Comité Olímpico Internacional". "Si hay una palabra que resuena en los cinco continentes con perfecta sintonía de colores y afectos es gracias", ha dicho el Príncipe de Asturias, quien ha subrayado que "nos ha dejado un coloso del deporte y del olimpismo moderno, y un español universal cuya firme lealtad a la Corona y permanente servicio a España nunca podremos olvidar".

Desde este humilde rincón, me quiero unir a las miles de condolencias hacia la familia de Samaranch, pues ha sido, es y será un ejemplo para aquellos que amamos el deporte en todo su esplendor. Por todo ello, siempre nos quedaran los Juegos para poder dedicarle la victoria del deporte en su honor.