Como dirían en la película de Un ciudadano ejemplar,"el destino es el destino", y ese mismo destino ha querido que el Valencia tenga que depender de sí mismo en este último partido que le queda, pero deberá hacerlo contra el Chelsea. Lo peor de todo ello es que los de Vilas Boas no pudieron con el Bayer Leverkussen y también se lo juegan todo el próximo día 6 de diciembre.
Siete, el número mágico (mi número), esos fueron los goles que se llevó el Genk en su visita al feudo de Mestalla. Un estadio que vibró como nunca al ver que su equipo desbordaba al contrario con tal de seguir su camino hacia los octavos de final de la Champions League. Y es la que la lluvia favoreció a los blanquinegros. Peligró el partido tras la brutal tromba de agua que cayó el martes en la capital del Turía, pero el cielo paró y dejó que la magia de la Champions llegará a Valencia para vivir uno de los partidos más vibrantes y brillantes de la presente temporada.
El primer tiempo comenzó con tantos del tándem más perfecto del año, formado por Jonas y Soldado. Primero fue el brasileño tras un saque de esquina en el que los belgas no marcaron bien a los valencianistas y Jonas, a media altura, marcó gracias a un buen testarazo. Seguidamente llegó el turno del killer, Roberto Soldado.
El primero, en su cuenta particular, fue un golazo tras una larga carrera que el valenciano recogió en el borde del área belga y lo cruzó por bajo del guardameta del Genk. El tercero (en la cuenta general) llegó con un magistral pase de Jonas que Soldado batió sin contemplación alguna. Y el 4-0 fue de nuevo obra del killer valencianista, gracias a la amabilidad de Pablo Hernández que prefirió pasársela a su compañero para que rematara a placer.
(Soldado ya lleva 5 goles en Champions
y 8 en Liga, acuérdese don Vicente Del Bosque)
Con la segunda parte regresó la fiesta al coliseo valencianista y serían, esta vez, otros los protagonistas para cerrar un partido perfecto. Pablo Hernández anotó el quinto golpeando un tiro que lo ajustó al palo largo. Un tanto que vale su peso en oro para el castellonense para demostrarle a Emery que Feghouli tiene un gran rival en la banda derecha.
Y todavía quedaban dos más por llegar. El primero de Aduriz que consiguió el sexto gracias a un espectacular regate, que casi lo deja en el suelo, pero que finalmente se coló en la meta de los belgas; y el de Tino Costa quién fusiló al portero del Genk con su pierna derecha.
A la postre una goleada histórica en Champions para el conjunto dirigido por Unai Emery. Ahora quedan dos semanas para preparar un partido épico, de esos que guardan en la retina de cualquier buen aficionado que sea un apasionado del fútbol.
Pero he aquí el problema. El Chelsea perdió anoche contra el Bayer Leverkussen, con lo cual la clasificación queda de la siguiente manera:
(Clasificación del grupo E de la UEFA Champions League)
Por lo tanto, y retomando una frase que comenté antes del partido del Bayer, hay que ir a Stamford Bridge a morir. De nada nos sirve haber arrollado con un contundente 7-0 al Genk si ahora vas a Londres y mueres con las botas puestas. Nada de empates ni historias que luego te pueden costar mucho dinero, hay que salir a MATAR. Y es que el destino ha querido que sea en tierras inglesas, en la nueva casa de Mata, donde el Valencia deba jugarse su pase a los octavos de final de la Champions League. Así que.... AMUNT!!!
2 comentarios:
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