Aunque me cueste decirlo el Madrid arrasó en todo, desde la defensa hasta la delantera. Fue una noche para olvidar ya que el Valencia no se mostró como siempre venía haciendo. Perdía muchos balones, no los aguantaba o directamente los regalaba a los rivales. Y es que no puedes ceder balones cuando delante tienes a hombres como Raúl, Ruud Van Nistelrooy, Robinho, Guti, Cannavaro y CIA.
Algo si se que sacó en claro de este fatídico partido: la culpa no era de Quique, le pese a quien le pese. Y así lo hizo saber la grada, que cuando ya habían marcado tres goles los madridistas, la familia valencianista sacó los primeros pañuelos al dueño y señor de nuestro el club, el señor Soler.
Además de ver el festival de goles del líder también se vió, en algunas ocasiones, a los descartados y lesionados valencianistas del Palco VIP. ¡Que euforía por parte de Cañizares, cuando su compañero Miguel Ángel Angulo marcó el único gol de los valencianistas! Todo un poema y muestra de la afinidad que siente o tiene por sus compañeros. Pero bueno, Villa si se alegró por el gol de su colega asturiano.
Bueno, a lo hecho, pecho. Pensemos que mañana viene Koeman para salvar los muebles del Valencia y librarlo de una crisis de más de cinco meses. Ojalá este holandés le saque las castañas del fuego al Sr. Soler, porque sino la afición blanquinegra se lo come. Y es algo normal. La gente esta muy quemada y sinceramente fue una situación vergonzosa. Me refiero al despido de Quique, porque es para matar a Soler, ya que dejo con el culo al aire al Valencia cuando en dos días recibía al Real Madrid en casa. De poco le ha servido echarlo, y en cierto modo me alegro porque como dice el dicho: "Pagan justos por pecadores".
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