Ahora viene la contradicción. A pesar de que para mi y para muchos #RTVVnoestanca, ha sido la decisión más acertada, puesto que los mas de mil millones de euros como deuda hacían que el ente público valenciano viviera una situación de crisis desmedida que no ha mejorado con el paso de los años.
Lo que más gracia me hace es ver como lloran por un puesto que algunos de ellos se lo han ganado a dedo, a base de enchufismos trifásicos por ser 'amigo de'. Ya sabían que esto podía llegar a pasar, pero era mucho mejor ver como cada mes caían al menos 1.000 euros al bolsillo por la ley del mínimo esfuerzo. Esos si cobraban mensualmente sin ningún ningún tipo de problemas, pero otros (como los becarios) tenían que esperar, cada día con más ansías y rabia, que les llegará un sueldo de 300 euros por una labor igual o superior a la que hacían el resto.
Eventos como la visita del papa, despliegues en la época de fallas, retransmisiones deportivas, la fórmula uno, sueldos de altos cargos, colaboraciones, equipos, líneas, vehículos especiales, concentraciones, corresponsales y demás... han hecho que la deuda fuera creciendo en masa, hasta un punto de no retroceso, de no poder hacer nada para salvar un ente necesario y prioritario para muchos valencianos.
Hoy es el día en que nos quedamos cojos, nos vemos sin la posibilidad de tener una televisión o radio pública que nos informe de lo que de verdad nos importa a los valencianos. Y a eso tampoco hay derecho. Yo espero y deseo que se pueda conseguir que el ente vuelva a resurgir de las cenizas cual ave fénix, pero para que eso ocurra debemos esperar un cierto tiempo prudencial para que busquen soluciones, capital o empresas que puedan conseguir que un ente público no se hunda en la miseria por no saber administrar y gestionar un 'patrimonio valenciano'.
Ahora bien, esta situación que desborda a más de mil familias, no sólo se queda en eso. Para los miles de jóvenes periodistas que hemos salido hace relativamente poco al mercado supone un punto negativo ya que tendremos que competir contra esos trabajadores que se han quedado en la calle. Será una lucha, no se si encarnizada, igualitaria y posible para todos, que nos llevará a los jóvenes a una situación aún más desesperante ya que vamos a competir con gente que lleva años trabajando en el medio y se ha cosechado un nombre.
Mientras, los jóvenes, nos vemos en la tesitura de tener que buscar y buscar un hueco en un mundo complicado, puesto que oportunidades se presentan en contadas ocasiones por no decir ninguna. Este si es el gran dilema. Que nos vemos abocados a ver como llegan otros y nos quitan esa mínima posibilidad que teníamos para poder conseguir un trabajo.
Pero que les quede claro. Por ser ex de Canal 9 o Radio 9, no tienen porque ser mejores que nosotros. Recordemos que muchos son trifásicos y se han amoldado a unos métodos de trabajo que hoy en día van cambiando.
Sé que mis palabras son muy duras, pero creo que es mucho peor que miles de jóvenes preparados tengan que ver como llegan otros y les quiten su oportunidad por el mero hecho de tener más nombre que ellos. No lo veo normal y me indigna. Tanto por unos y por otros, pero ahora es cuando los jóvenes tenemos que ser un poco más egoístas y mirar por nosotros mismos, porque nadie lo va a hacer por nosotros y ya es hora de que demos un golpe fuerte sobre la mesa y consigamos nuestras metas y objetivos.
Puedo parecer brusca y cruel, pero en muchos sitios nos han enseñado la cruda realidad y aquí o nos ponemos serios o no te tienen en consideración. Que muchos trabajadores y jefes han podido darnos una oportunidad y no lo han hecho.
Evidentemente me duele que cierre RTVV, pero tengo que mirar por mi futuro y el de la gente de mi generación que a este paso se ve abocada al fracaso porque en su momento no se hicieron las cosas bien. Y eso no es justo, ni para unos ni para otros.
Cerraré esta entrada diciendo que apoyo a los trabajadores de RTVV y yo también quiero y creo que no se debería cerrar el ente público.